El perro o perro doméstico es un mamífero carnívoro de la familia de los cánidos, que constituye una subespecie del lobo (Canis lupus). Gracias al proceso de domesticación, un estudio publicado por la revista de divulgación científica «Nature» revela que su organismo se ha adaptado a cierta clase de alimentos, en este caso el almidón, lo que no implica que por tal adaptación el perro se ha vuelto omnívoro —sigue siendo clasificado por los organismos científicos dentro del orden de los carnívoros— sino que más bien es alimentado como si lo fuera. Su tamaño o talla, su forma y pelaje es muy diverso según la raza de perro. Posee un oído y olfato muy desarrollados, siendo este último su principal órgano sensorial. En las razas pequeñas puede alcanzar una longevidad de cerca de 20 años, con atención esmerada por parte del propietario, de otra forma su vida en promedio es alrededor de los 15 años.
Cola
Hay muchas formas diferentes de cola de perro: recta, recta hacia arriba, forma de hoz, rizada o en tirabuzón. En algunas razas, la cola es cortada tradicionalmente para evitar heridas, especialmente en los perros de caza. En algunas razas, algunos cachorros nacen con una cola corta o sin cola. Esto sucede más a menudo en ciertas razas, especialmente en aquellas en las que a menudo se corta la cola y que por tanto no tienen estándar de raza en cuanto a la cola.
SENTIDOS
Los sentidos del olfato y del oído del perro son superiores a los del ser humano en muchos aspectos. Algunas de sus habilidades sensoriales han sido utilizadas por los humanos, como por ejemplo el olfato en los perros de caza, perros buscadores de explosivos o perros buscadores de drogas.
Vista
La visión del perro parece adaptada para la caza: No tiene gran agudeza visual de detalles, pero tienen excelente percepción de movimientos. Tiene excelente visión nocturna o crepuscular, debido al el uso del tapetum lucidum —una pantalla reflectiva dentro del ojo— El campo visual del perro se encuentra entre los 240 - 250 grados, mucho mayor que el humano que es de aproximadamente 180 grados.
Oído
El campo de audibilidad de los perros es aproximadamente de 40 Hz a 60.000 Hz. Los perros detectan sonidos tan graves como 16-20 Hz —en comparación con 20-70 Hz en los humanos— y también por encima de 45 kHz —en comparación con 13-20 kHz en los humanos—, y además tienen un grado de movilidad de las orejas que los permite determinar rápidamente el origen exacto de un sonido. Dieciocho o más músculos pueden inclinar, rotar, levantar o bajar las orejas de un perro. Además, un perro puede detectar el origen de un sonido mucho más rápido que un humano y oír sonidos a una distancia hasta cuatro veces mayor que los humanos.
Olfato
Mientras que el cerebro humano es dominado por una gran corteza visual, el cerebro canino es dominado principalmente por una corteza olfativa. El bulbo olfativo de los perros, en proporción al tamaño total del cerebro, es unas cuarenta veces mayor que el de los humanos. Según la raza, los perros tienen entre 125 y 220 millones de células olfativas extendidas sobre un área del tamaño de un pañuelo de bolsillo —en comparación con 5 millones de células extendidas sobre el área de un sello en los humanos—. Los bloodhound son la excepción, con aproximadamente 300 millones de receptores olfativos. Los perros pueden distinguir olores a concentraciones casi 100 millones de veces inferiores a las que pueden distinguir los humanos.
Gusto
Entre los sentidos del perro, el del sabor es el que menos se ha investigado y a menudo se le ha relacionado con el olfato. Los perros pueden distinguir los sabores básicos de manera similar a los humanos, aunque casi no distinguen el salado. Sin embargo, los gustos preferidos pueden diferir mucho de un perro a otro, pues parece que los perros no eligen la comida según el tipo de gusto, sino según su intensidad —fuerte sabor / gusto suave—. Los primeros meses de la vida de un perro son bastante importantes en este sentido, los cachorros que suelen probar muchos sabores diferentes cuando son jóvenes también desarrollarán un gusto por la variedad cuando sean adultos.
Tacto
Los perros utilizan el sentido del tacto para comunicarse entre ellos y con otras especies. Si se hace apropiadamente, tocar un perro puede servir para estimularlo o relajarlo. Se trata del primer sentido que se desarrolla en los cachorros recién nacidos y las perras comienzan a lamer y acariciar sus crías poco después del nacimiento. Algunos estudios han sugerido incluso que los perros pueden detectar movimientos en el abdomen de la madre incluso antes de nacer y que las perras que son mimadas durante la gestación dan a luz crías más dóciles. Los perros tienen sensores táctiles en todo el cuerpo, pero los cojinetes, la columna vertebral y la región de la cola son algunas de las zonas más sensibles.
COMPORTAMIENTO
Inteligencia
Los perros son apreciados por su inteligencia. La inteligencia canina se refiere a la habilidad de un perro de procesar la información que recibe a través de sus sentidos para aprender, adaptarse y resolver problemas. La etología cognitiva es la disciplina que se encarga de estudiar está área dentro de la cognición animal.
Socialización
También en los perros, el término socialización se utiliza para caracterizar el proceso por el cual el animal se relaciona con su entorno, conoce sus reglas, entiende la estructura social, y percibe los límites. Los perros jóvenes a menudo aprenden rápidamente cómo comportarse con otros miembros del grupo, ya sean perros o humanos. Los perros adultos modelan a sus cachorros mediante correcciones auditivas o físicas cuando no se comportan de la forma esperada y con premios si tienen comportamientos aceptables jugando con ellos, alimentándolos, limpiándolos, entre otros.
Gruñido
Un estudio reciente en Budapest, Hungría, ha encontrado que los perros son capaces de saber el tamaño que otro perro tiene con sólo escuchar su gruñido. Un gruñido específico es utilizado por los perros para proteger su comida. La investigación también mostró que los perros no mienten sobre su tamaño, siendo esta la primera vez que una investigación ha puesto de manifiesto que los animales pueden determinar el tamaño de otro por el sonido que producen. La prueba utilizó imágenes de muchos tipos de perros, mostrando un perro pequeño, después uno grande y reproduciendo el gruñido de cada tipo. El resultado demostró que —20 de los 24 perros del ensayo— miraban primero a la imagen del perro de tamaño apropiado durante los períodos más largo de tiempo.
SALUD
Los perros son susceptibles a diversas enfermedades, trastornos y venenos, algunos de los cuales afectan a los humanos de la misma manera y otros que son únicos a los perros. Como todos los mamíferos, son susceptibles a la hipertermia cuando hay niveles elevados de humedad y/o de temperatura.
La longevidad media de un perro varía mucho en función de la raza, y oscila entre 8 y 15 años, si goza de buena salud puede vivir hasta 20 años, o incluso más; el perro más longevo que se conoce llegó a los 29 años. Las razas pequeñas suelen tener una esperanza de vida mayor que las grandes y las gigantes.
La salud canina, al igual que la humana, está relacionada con el tipo de vida que lleve —alimentación equilibrada, ejercicio físico, educación—, sobre todo durante los períodos de mayor vulnerabilidad: crecimiento, gestación, amamantamiento, trabajo y vejez. Un perro grande gana peso en un año en el mismo porcentaje que un hombre en 18. Las causas de las enfermedades son múltiples y muy variadas y se deben consultar con un veterinario.